La Metafísica, con un nuevo cambio: Kant

Este pequeño artículo trata sobre la Metafísica desde el punto de vista de Immanuel Kant, más conocido como Kant. Pero para llegar a esto, primero debemos aclara en que consistió la Metafísica.

La  Metafísica, es una disciplina filosófica que quiere llegar al conocimiento de lo que se encuentra más allá de la experiencia, de lo que trasciende, es especial Dios y el amala humana.

La Metafísica que Kant se dedico a estudiar y en cierta forma a criticar, es la Metafísica desarrollada por el racionalista Christian Wolff, quien particularmente decidió dividir la Metafísica en tres partes:

· Psicología racional o estudio del alma.

              · Cosmología racional o estudio del mundo natural.
              · Teología racional o estudio de Dios.

Kant tras varias investigaciones llego a la conclusión de que el conocimiento científico no puede ir más allá de la experiencia, de lo que es ofrecido por la percepción, por este motivo la metafísica no tendrá sentido como ciencia, ya que su búsqueda es lo trascedente, lo que está más allá de la experiencia.

Kant pensó que gracias al funcionamiento razón era prácticamente e inevitable que los filósofos pensaran en Dios y el alma humana; ya que estas dos son entidades propuestas por la misma razón.

La filosofía trascendental de Kant significó un giro copernicano para la metafísica. Su posición frente a la metafísica es ejemplar. Kant a través de sus continuas críticas logró diferenciarse explícitamente de las posiciones filosóficas que tienen como objeto la pregunta sobre qué es el conocimiento, también se alejó de las tendencias filosóficas dominantes, como el empirismo, el racionalismo y el escepticismo, y por último marcó una distancia del dogmatismo de la metafísica que se había convertido en una serie de afirmaciones sobre temas que van más allá de la experiencia humana.

Además, el conocimiento científico depende siempre de la experiencia, el hombre no puede emitir juicios sobre cosas que no están dadas por las sensaciones, como Dios,  el alma, el universo. Por esto Kant dedujo que la Metafísica tradicional no es posible, ya que el ser humano no dispone de la capacidad de formar un concepto basándose en la experiencia sensible de lo espiritual, ya que esta es la única que permite comprobar las hipótesis metafísicas. Entonces, no es posible según Kant, decidir racionalmente sobre preguntas fundamentales como si Dios existe, si la voluntad es libre o si el alma es inmortal.

                           

Según Kant, todo nuestro conocimiento comienza por los sentidos, pasa de éstos al entendimiento y termina en la razón. No hay en nosotros nada superior a ésta para elaborar la materia de la intuición y someterla a la suprema unidad de pensar.

Kant afirmó continuamente que el entendimiento es la capacidad de juzgar, de formular un juicio; que el razonamiento consiste en relacionar juicios mediante la formulación de argumentos que constan de tres proposiciones; que las ideas trascendentales son los conceptos puros a priori de la razón, concluyendo que hay tres ideas trascendentales: alma, mundo y Dios. Dice Kant, que mediante la idea de alma, , unificamos todos los fenómenos del psiquismo, que esta es la condición incondicionada de todos los fenómenos psíquicos, que mediante la idea de mundo unificamos todos los fenómenos de la experiencia, que esta es la condición incondicionada de todos los fenómenos de la experiencia y que mediante la idea de Dios unificamos la totalidad de los fenómenos psíquicos y de la experiencia en una única causa de la que dependen y por la que son explicados, que esta es la condición incondicionada de la existencia del alma y el mundo, su causa última.

En síntesis de lo anterior, el giro copernicano cambio la visión que tenían los filósofos, especialmente los racionalistas y empiristas, que habían puesto el acento en el objeto de conocimiento, discutían sobre qué es lo que verdaderamente conocemos. Unos afirmaban que conocemos ideas por medio de la razón y otros fenómenos a través de los sentidos; pero ambos coincidían en que conocer es reproducir las cosas de un modo pasivo y receptivo, dejándose impresionar por ellas. En cambio, Kant afirmo que el centro del problema no era lo qué verdaderamente conocemos (pregunta por el objeto) sino cómo conocemos (pregunta por el sujeto), donde el sujeto no encuentra el objeto de conocimiento sino que lo construye, es un sujeto activo.

Kant, a su vez  intentó también reconciliar ciencia y religión en un mundo de dos niveles, que incluyen los noumena, que son los objetos concebidos por la razón aunque no percibidos por los sentidos, y los phenomena, que son las cosas tal y como aparecen a los sentidos y que son accesibles al estudio material. Kant también mantuvo que, como Dios, la libertad y la inmortalidad humana son realidades noumenales y que estos conceptos se asimilan a través de la fe moral y no a través del conocimiento científico. Convirtiendo así esto en uno de los mayores objetivos de la metafísica con el continuo desarrollo de la ciencia.

Para finalizar, hablaremos de algunos aspectos tomados en la metafísica después de Kant. Desde la formación de la hipótesis del idealismo absoluto, el desarrollo de la metafísica desembocó en muchas clases de teorías metafísicas al igual que existían en la filosofía prekantiana, a pesar de que Kant creía haber fijado con carácter definitivo los límites de la especulación filosófica. Entre estas últimas teorías metafísicas sobresalen el empirismo radical o pragmatismo (modalidad metafísica expuesta en Estados Unidos por Charles Sanders Peirce, desarrollada por William James y adaptada como instrumentalismo por John Dewey), el voluntarismo (cuyos máximos representantes fueron el filósofo alemán Arthur Schopenhauer y el estadounidense Josiah Royce), el fenomenalismo (patente en los escritos del pensador francés Auguste Comte y del filósofo británico Herbert Spencer), la evolución emergente o evolución creativa (definida por el francés Henri Bergson) y la filosofía del organismo (elaborada por el matemático y filósofo británico Alfred North Whitehead).

  

         

                                                                                Lina Maria Betancourt Madariaga.