Libertad en la Edad media
Se caracterizó por el oscurantismo, debido a que la iglesia
no permitía que la población se abriera a nuevos mundo,
mercados u ideologías, pero principalmente porque tenían el poder político,
religioso, económico y social. Por lo tanto
solo permitían su religión en este caso la cristiana y el que fuera
contra esta era cruelmente castigado y perseguido.
Voluntad en la Edad media
El monotelismo fue una doctrina religiosa del siglo VII que
admitía en Cristo dos naturalezas, la humana y la divina, y una única voluntad.
La nueva fórmula decía: En Cristo hay dos naturalezas, la divina y la humana,
pero una sola voluntad. Ésta fórmula parecía también aceptable a los católicos,
pues no podían éstos afirmar que en Cristo hubiera habido dos voluntades que
lucharan entre sí. Sergio, patriarca de Constantinopla, propuso la doctrina que
afirma haber una sola voluntad y operación en Cristo. El III Concilio de
Constantinopla condena el monotelismo y define que en Cristo han de reconocerse
«dos voluntades naturales y dos naturales modos de actuar, indivisos,
incambiables, inseparables, inmezclables». He aquí la definición del Concilio
de Constantinopla: «Predicamos igualmente en Él dos voluntades naturales o
quereres, y dos operaciones naturales, sin división, sin conmutación, sin
separación, sin confusión, según la enseñanza de los Padres; y dos voluntades,
no contrarias -¡Dios nos libre! ...- sino que su voluntad humana sigue a su
voluntad divina y omnipotente, sin oponérsele ni combatirla, antes bien,
enteramente sometida a ella... Porque de igual forma que su carne animada... no
por estar divinizada quedó suprimida..., así tampoco su voluntad quedó
suprimida por estar divinizada... Glorificamos también dos operaciones
naturales sin división, sin conmutación, sin separación, sin confusión... esto
es una operación divina y otra operación humana... Porque no vamos,
ciertamente, a admitir una misma operación natural de Dios y de la criatura
para no levantar lo creado hasta la divina sustancia ni rebajar tampoco la
excelencia de la divina naturaleza al puesto que le conviene a las criaturas».
La Voluntad y libertad deben ser complementos para una mejor armonía y convivencia del hombre con sí mismo y con los demás.
ResponderEliminarAsí se podrían evitar tantos males que hoy en día afectan a la sociedad: pobreza, deshonestidad, injusticia, guerras, diferencias entre clases, violencias, falta de amor. Natalia roa
Es imporane que hagamos las cosas con Voluntad, que nos importe realmene hacerlas, que sea algo nattural y no una demostracion divina por conveniencia. Ana Maria Naranjo
ResponderEliminar