LIBERTAD
Y VOLUNTAD EN LA EDAD CONTEMPORÁNEA
Entre algunos
filósofos que se encuentran en la edad contemporánea están:
-Arthur Schopenhauer
El concepto de voluntad,
en el estricto sentido de Schopenhauer, se refiere a un ser o esencia de
carácter metafísico cuyo correlato sensible es el mundo fenoménico. En efecto:
el mundo de los fenómenos que a
diferencia de la Voluntad está sujeto a las coordenadas espacio-temporales
determinadas por el principio
de individuación y a la ley de causalidad, no es más que la Voluntad misma objetivada
que, en cuanto tal, debe ser entendida en términos de lo que Schopenhauer llama
“representación”.
Según Schopenhauer, la voluntad en su modo de ser
objetivado se manifiesta en todos los estratos del mundo natural, desde la
simple piedra hasta el hombre, en quien alcanza su grado máximo al adquirir la
forma del deseo consciente en
cuyo único caso pasa a identificarse con la noción corriente de voluntad.
-Friedrich Wilhelm Nietzsche
Dice que la vida no se puede
definir. Para él la voluntad de poder es deseo ciego de vivir y precisamente si
algo caracteriza a la vida es que cuando mueres la vida sigue naciendo. La vida
hay que vivirla de tal manera que suponga el deseo de querer vivirla.
Como ya sabemos, para Nietzsche, .la
vida es lo más importante. Para él la vida es la voluntad de poder "quiero
ser poeta de mi vida", había dicho él.
Él establece dos tipos de voluntad
de poder: la activa, que correspondería con una actitud de aceptación, de
superación de la vida y que estaría representado por el dios Dioniso, símbolo
del hombre artista; y por otro lado, la voluntad de poder reactiva, que
conduciría a una huída ascética hacia un mundo suprasensible, sustentado en
unos valores suprasensibles aquí podríamos aludir al platonismo y a su idealismo
de los conceptos, como huida ascética de la realidad vital y que lleva a una
postura de la negación de la vida.
-Jean
Paul Sartre
Jean Paul Sartre es
considerado el padre del existencialismo y principal y más genuino
participante. Admirado como el gran filósofo de la segunda mitad del siglo XX.
La libertad es el tema con el que Sartre cose
toda su filosofía. Una filosofía que gira en torno a la existencia y la
conciencia del hombre, pero de un hombre que está condenado a la libertad, que consiste
únicamente en aquello que el hombre hace por su elección, con absoluta
autonomía. El fundamento de la libertad está dentro del hombre mismo, que es
totalmente responsable de sí y del mundo, sin normas exteriores, condenado a
crear sus valores, libre aún sin quererlo.
Sartre realiza una
descripción de las relaciones humanas, mostrando su carácter complejo y conflictivo. El dice que la "La
mirada" es la experiencia en la que el otro se hace presente. Respecto de las cosas, esta relación es
siempre unidireccional y no reversible, pero cuando el que es observado es otro
sujeto, otro ser humano, la situación se torna más compleja. Aquél que es
mirado como objeto es, a su vez, un sujeto. El sujeto, al sentirse observado, se siente
degradado, dependiente y fijo, y ello le provoca vergüenza. No sólo es un ser
para sí, es también un ser para otro que lo convierte en un ser "en
sí".
En su relación con el otro,
el hombre busca siempre imponer su voluntad, su proyecto. De ahí que las
relaciones siempre son conflictivas, tanto las de amor como las de odio. Amar
es intentar dominar la voluntad del otro. Odiar es reconocer la libertad del
otro como opuesta a la propia y tratar de anularla. El amor conduce al fracaso,
porque sólo se logra la posesión del otro siendo uno a su vez poseído por él. Y
el odio también conduce al fracaso, porque se da una expresión extrema. No podemos vivir sin
relaciones humanas y no podemos evitar que éstas sean conflictivas y
ambivalentes.
-José
Ortega y Gasset
Se asienta en la vida humana y su realización. Dice que los humanos nacemos con más
desventajas que los animales. Cuando éstos por instinto se saben defender a sí mismos al poco tiempo,
nosotros necesitaríamos incluso años. A pesar de ello se vuelve ventajosa
gracias a nuestra capacidad ilimitada de aprender. Dice que el ser humano
es un ser proyectivo: diseña el proyecto de su existencia, decidiendo qué va a ser y eligiendo los
medios para conseguirlo. Por eso los humanos progresamos y los animales no.
Aunque en realidad somos seres inacabados.
José dice que la libertad es otro elemento constitutivo de la persona. Desde el principio debemos decidir lo que queremos ser,
pero hay algo en lo que no somos libres: el hecho de existir y nacer libres. Son imposiciones del nacimiento.
El hombre desde que está en el mundo tiene la capacidad de elegir y
elegirse a cada instante. Es necesario que se haga a sí mismo, que construya su
propia esencia en el transcurso de su camino vital y posee también la capacidad
de adelantarse a los acontecimientos, poder vislumbrar cuales son las posibles
consecuencias o implicaciones de su hacer.
Ortega resalta que el ser humano va
siendo y dejando de ser a la vez, escogiendo unas oportunidades y
desechando otras. Decimos que una persona es auténtica cuando
pone en marcha su voluntad para
llevar a cabo su proyecto vital.
Es necesario aprovechar las oportunidades que nos brinda el tiempo y que
no vuelven a repetirse. La autenticidad consiste precisamente en aprovechar
esos tiempos y convertir lo que nos limita en posibilidad, con el fin de llegar a lo que debemos ser.